Terminó con un calificación de 5.0
sobre 10 por no saber aplicar los correctivos disciplinarios en un partido áspero
y duro en ese aspecto.
Roosevelt Castro B
Los equipos dirigidos por Alexis
Enrique García Vega son paradójicos. Desde hace rato el buen volante y capitán
del equipo campeón de la Copa Libertadores de América ha sido ajeno a su
esencia futbolística: el buen trato por el balón. Esa que lo distinguió por los
diferentes gramados de Colombia y el mundo ya no es la sombra de muchos de sus
dirigidos. La mala intención, el juego brusco grave, la patada aleve son
algunas de las armas que expresan los equipos dirigidos por García Vega.
El partido del pasado domingo 31 de
marzo de 201|3, entre su equipo Junior contra el Atlético Nacional, no fue la
excepción. Con un módulo táctico de un 4-4-1-1, Junior aglomeró un gran grupo de jugadores que
se dedicaron más a destruir que a construir, poniéndosela difícil y complicada
al árbitro central del partido, el vallecaucano Luis Sánchez.
El central del encuentro y sus
asistentes se percataron de la venda que tenía en su mano izquierda Juan Pablo Ángel e hicieron
caso omiso, pues, y cómo lo dice la ley, “no revestía peligro para él y para
los adversarios” (ley 4).
No obstante ese acierto, al principio
del partido, Sánchez fue muy permisivo a la hora de tomar los correctivos
disciplinarios.
Lo más curioso es que con el
dispositivo táctico que montó Junior y que le permitió un carrusel de faltas,
el central vino a amonestar a Alexánder
Mejía del local. Transcurría el
minuto 13 del partido, cuando el volante Verde cometió una zancadilla fuerte a
Hernández de Junior. El balón continuó
su recorrido tomándolo un compañero de
Hernández. El juez aplicó bien la norma de la ventaja y luego el correctivo
disciplinario.
Pero lo que fue un acierto inicial se
le convirtió una constante que uno pudo controlar después. Sánchez dejaba
prolongar las faltas reiterativas, pero no tomaba bien las medidas
disciplinarias.
Un claro ejemplo fue una falta
descalificadora de Breynner García, de Junior. El jugador fue con taches arriba
y mala intención a la humanidad de Fernando Uribe. Era para cartón rojo, pero
el juez vallecaucano se hizo “el de la oreja mocha” y no sancionó la falta y no
tomó ningún correctivo disciplinario ( min 25).
Sujetar, dar o intentar dar un
puntapié, empujar, son varias de las faltas para tiro libre directo que el
árbitro debe sancionar, pero que Sánchez “intentando” dar la norma de la
ventaja no las valoraba en su justa causa.
Así, Luis Sánchez terminó con un
calificación de 5.0 sobre 10 por no saber aplicar los correctivos
disciplinarios en un partido áspero y duro en ese aspecto.
Amarillas Atlético Nacional:
Alexander Mejía (min 13), Óscar
Murillo (min 51), Cristina Bonilla (min 62), Juan Pablo Ángel (min 72) y Farid Díaz (min
83).
Rojas: No hubo
Amarillas Junior:
Harold
Macías (65 min), Dayro Mauricio Moreno ( 76 min) y Breynner García (89 min)
Rojas: Harold Macías (72 min)
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