lunes, 18 de febrero de 2013

Roldán, en el top 10 FIFA



Roosevelt Castro B.
Dice  el escritor y periodista uruguayo Eduardo Galeano, en su libro “Fútbol  a sol y sombra”, que el árbitro es arbitrario, es decir injusto. Para fortuna del arbitraje colombiano y mundial, el juez antioqueño Wilmar Alexánder Roldán Pérez ninguna de estas definiciones las encuentra en su diccionario arbitral, pues acaba de ser nombrado por la Federación Internacional de Historia y Estadística de la FIFA cómo el mejor “hombre de negro” en el continente americano y octavo en el mundo.
“Yo lo asumo con mucha humildad y con un nuevo reto y compromiso para con el arbitraje colombiano”, expresa el juez FIFA colombiano de 32 años de edad nacido en Amalfi (Antioquia).
Y es que para llegar a esa instancia y soñar con el Mundial de Brasil el próximo año, Roldán Pérez ha tenido con llenar barriles de sudor.

Inicios
Cuando tenía 6 años su madre y sus hermanas se trasladan con todos sus tesoros humanísticos a Remedios. Allí nacen sus otros dos hermanos: Estiven y Alejandro, conformando una típica familia paisa, por su numerosa prole. Una familia completada por Giovanna, Nubia, César Augusto, Sandra y que empiezan a ver crecer al pequeño párvulo sediento de gloria. 
Los recuerdos de Amalfi son vagos, pero sus evocaciones como “polideportivo” , en los equipos de la Escuela Urbana de Varones de Remedios y del colegio Ignacio Yépez Yépez sí permanecen frescos en su memoria.

Sus remembranzas lo trasladan en un túnel del tiempo a sus inicios en el arbitraje, en su colegio, una de las 3 instituciones de educación secundaria que hay en su pueblo, cuando con un incipiente pito comienza a ejercer este duro oficio de administrar justicia a sus compañeritos de la escuela, a la edad de 12 años. El pequeño rubio empieza a destacarse en las lides del arbitraje que recibe el remoquete del “Castrilli del nordeste antioqueño”.

Su primer partido como árbitro central, al servicio del colegio de árbitros de la FEDEFUTBOL, lo recuerda con mucho cariño. Fue en El Pato donde el local se jugaba su paso a la final con Zaragoza. Y Wilmar se jugaba su primer partido como central, al servicio de la Liga de Fútbol, contando con sólo 14 años de edad.

La evocación de los hermosos lugares donde corrió su niñez y su juventud los sigue teniendo vivos. Los paseos a las cascadas, la vegetación y el río en la Vereda la Martana ó los sancochos de olla y pelota de números en los charcos o el aeropuerto de la Vereda el Otú siguen diáfanos en sus recuerdos.

Aunque es poco jaranero recuerda con nostalgia las fiestas y celebraciones tradicionales de su patria chica, como las Fiestas de San Nicolás, la Semana Santa y las Fiestas del Oro y la Minería.
Las dificultades de su madre Luz Amparo para criar a sus ocho hijos con su trabajo como cocinera en varios restaurantes de Remedios, lo fortalecieron. Doña Luz, una mujer novelera, no porque se entrometiera en los hogares ajenos, sino porque le gustaban las telenovelas, anhelaba que alguno de sus hijos o hijas protagonizaran alguna ó saliera en la pantalla chica. Con las frecuentes salidas por televisión, ya doña Luz Amparo saca pecho.

“Ya le pude dar la casita propia a mi mamá. Se la construimos en las afueras de Remedios, producto del dinero ganado con el arbitraje”, dice con orgullo y altivez el esposo amoroso de la ibaguereña Lorena Fernández y el padre cariñoso de Mariana, su hija de escasos 4 meses de vida.

... y el pito suena y sueña

La virgen de los Remedios, patrona de su pueblo, lo protege y lo ilumina para decidir abandonar sus familiares y amigos y venirse para Medellín, en 1997, cuando sólo era un preadolescente imberbe sin cédula de ciudadanía, pero con un sueño por cumplir: llegar al fútbol como juez.
Luego de dos Torneos Ponyfútbol, Wilmar Alexánder se radica en Medellín, en 1999. Así empieza una romería por diferentes casas y habitaciones en “La capital de la Montaña”. Vive en la casa de unos familiares en el barrio Campo Valdés. Dura sólo dos meses. Luego Con unos amigos se traslada para Robledo. Más tarde, Oscar Rincón, un compañero en el arbitraje, le da una mano. Posteriormente, logra su independencia al irse a vivir al Barrio Guayabal, lugar actual de su residencia. Con las “pitaditas de los partidos” logra financiar sus pasajes para seguir su visión.
Este acucioso Licenciado en Educación Física, del Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, ha creído en el sueño que se propuso, desde los 12 años, en la Escuela Urbana de varones de Remedios, cuando hacia su primaria.
Evoca con mucho amor su primer partido como central. Fue un día 16 de febrero de 2003, cuando le anunciaron que pitaría su primer encuentro como profesional, en un partido entre Millonarios y Caldas, en Bogotá. Un lacónico cero a cero sella en el marcador final del partido. Wilmar, lo asumió con la misma humildad como digiere sus alimentos, en especial las sopas de verduras que les prepara su suegra Flor y su esposa Lorena, en el barrio Guayabal de Medellín.
Diez años después, Wilmar Alexander consiguió su escarapela FIFA que le ha permitido pitar siete finales del Fútbol Profesional Colombiano,  varios partidos y una final de la Copa Libertadores de América, dos Copas América, unos Juegos Olímpicos de la Juventud, en Singapur, otros Juegos Olímpicos de mayores en Londres,  y ahora lo espera un duro reto: pitar su primer mundial.
“Estoy entre los árbitros preseleccionados. Solo espero ratificar mi nominación asistiendo bien sea a la Copa Confederaciones allá en Brasil ó al Mundial Juvenil en Turquía”, Concluye el ex profesor de la Escuela Rafael Pombo, de La Estrella.
Es que desde hace rato viene haciendo un arbitraje de gran altura y de mucho peso; no sólo por su 1.90 de estatura, ni por sus 82 kilos, sino por sus buenas calificaciones a la hora de acometer la dura tarea del manejo del pito y las tarjetas.
Los nuevos retos, los nuevos objetivos, los nuevos sueños vienen para Wilmar Alexander Roldán Pérez. Están llenos de amor y respeto por este duro y desagradecido oficio, pues, y en palabras de Eduardo Galeano, “los perdedores pierden por él y los ganadores, a pesar de él”.

RECUADRO

Cronología arbitral de Roldán

24 de enero de 1980- Nace en Amalfi, Antioquia, Wilmar Alexánder Roldan Pérez.
Abril de 1994- Pita su primer partido como árbitro central al servicio de la Liga Antioqueña de Fútbol, en un Torneo Intermunicipal de Mayores.  El Pato vs Zaragoza fueron los rivales.
Enero de 1997- Oficia como juez en el Festival del Ponyfútbol.
16 de febrero de 2003- Pita su primer encuentro como profesional, en un partido entre Millonarios y Caldas, en Bogotá.
17 de septiembre de 2007- Recibe la escarapela que lo acredita como juez FIFA.
25 de marzo 2008- Primer partido como central en Copa Libertadores entre  Unión Maracaibo (Venezuela)  (1) contra Atlas (México) (1).
2 de julio de 2008- Primera final del fútbol colombiano pitada por Roldán. Partido: América de Cali (1) vs Chicó Fútbol Club (1).
22 de enero de 2009- Primer partido internacional de selecciones  en el Suramericano Sub 20 Venezuela: Partido Uruguay 3 Chile 2.
1 de abril de 2009- Hace su primera presentación cómo central en las Eliminatorias al Mundial de Sudáfrica 2010, en el encuentro de las selecciones de Ecuador (1) vs Paraguay 81).
4 de agosto de 2012-  Debut como Central en los Juegos Olímpicos de Londres, en el partido Gran Bretaña (1) República de Corea (1)julio de 2012- Árbitro de la final de la Copa Libertadores de América entre Boca y Corinthians 
25 de octubre de 2012- Nace su primogénita Mariana.
14 de enero de 2013. Designado el mejor árbitro de América y el octavo del mundo, según la Federación Internacional de Historia y Estadística del Fútbol.


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