Roosevelt
Castro B.
Dice el escritor y periodista uruguayo Eduardo
Galeano, en su libro “Fútbol a sol y
sombra”, que el árbitro es arbitrario, es decir injusto. Para fortuna del
arbitraje colombiano y mundial, el juez antioqueño Wilmar Alexánder Roldán
Pérez ninguna de estas definiciones las encuentra en su diccionario arbitral,
pues acaba de ser nombrado por la Federación Internacional de Historia y
Estadística de la FIFA cómo el mejor “hombre de negro” en el continente
americano y octavo en el mundo.
“Yo
lo asumo con mucha humildad y con un nuevo reto y compromiso para con el
arbitraje colombiano”, expresa el juez FIFA colombiano de 32 años de edad
nacido en Amalfi (Antioquia).
Y
es que para llegar a esa instancia y soñar con el Mundial de Brasil el próximo
año, Roldán Pérez ha tenido con llenar barriles de sudor.
Inicios
Cuando tenía 6 años su
madre y sus hermanas se trasladan con todos sus tesoros humanísticos a
Remedios. Allí nacen sus otros dos hermanos: Estiven y Alejandro, conformando
una típica familia paisa, por su numerosa prole. Una familia completada por
Giovanna, Nubia, César Augusto, Sandra y que empiezan a ver crecer al pequeño
párvulo sediento de gloria.
Los recuerdos de Amalfi son vagos, pero sus evocaciones como “polideportivo” ,
en los equipos de la Escuela Urbana de Varones de Remedios y del colegio
Ignacio Yépez Yépez sí permanecen frescos en su memoria.
Sus remembranzas lo trasladan en un túnel del tiempo a sus inicios en el
arbitraje, en su colegio, una de las 3 instituciones de educación secundaria
que hay en su pueblo, cuando con un incipiente pito comienza a ejercer este
duro oficio de administrar justicia a sus compañeritos de la escuela, a la edad
de 12 años. El pequeño rubio empieza a destacarse en las lides del arbitraje
que recibe el remoquete del “Castrilli del nordeste antioqueño”.
Su primer partido como árbitro central, al servicio del colegio de árbitros de
la FEDEFUTBOL, lo recuerda con mucho cariño. Fue en El Pato donde el local se
jugaba su paso a la final con Zaragoza. Y Wilmar se jugaba su primer partido
como central, al servicio de la Liga de Fútbol, contando con sólo 14 años de
edad.
La evocación de los hermosos lugares donde corrió su niñez y su juventud los
sigue teniendo vivos. Los paseos a las cascadas, la vegetación y el río en la
Vereda la Martana ó los sancochos de olla y pelota de números en los charcos o
el aeropuerto de la Vereda el Otú siguen diáfanos en sus recuerdos.
Aunque es poco
jaranero recuerda con nostalgia las fiestas y celebraciones tradicionales de su
patria chica, como las Fiestas de San Nicolás, la Semana Santa y las Fiestas
del Oro y la Minería.
Las dificultades de su madre Luz Amparo para criar a sus ocho hijos con su
trabajo como cocinera en varios restaurantes de Remedios, lo fortalecieron.
Doña Luz, una mujer novelera, no porque se entrometiera en los hogares ajenos,
sino porque le gustaban las telenovelas, anhelaba que alguno de sus hijos o
hijas protagonizaran alguna ó saliera en la pantalla chica. Con las frecuentes
salidas por televisión, ya doña Luz Amparo saca pecho.
“Ya le pude dar la
casita propia a mi mamá. Se la construimos en las afueras de Remedios, producto
del dinero ganado con el arbitraje”, dice con orgullo y altivez el esposo
amoroso de la ibaguereña Lorena Fernández y el padre cariñoso de Mariana, su
hija de escasos 4 meses de vida.
... y el pito suena y sueña
La virgen de los
Remedios, patrona de su pueblo, lo protege y lo ilumina para decidir abandonar
sus familiares y amigos y venirse para Medellín, en 1997, cuando sólo era un
preadolescente imberbe sin cédula de ciudadanía, pero con un sueño por cumplir:
llegar al fútbol como juez.
Luego de dos Torneos
Ponyfútbol, Wilmar Alexánder se radica en Medellín, en 1999. Así empieza una romería por diferentes casas y habitaciones
en “La capital de la Montaña”. Vive en la casa de unos familiares en el barrio
Campo Valdés. Dura sólo dos meses. Luego Con unos amigos se traslada para
Robledo. Más tarde, Oscar Rincón, un compañero en el arbitraje, le da una mano.
Posteriormente, logra su independencia al irse a vivir al Barrio Guayabal, lugar actual de su
residencia. Con las “pitaditas de los partidos” logra financiar sus pasajes
para seguir su visión.
Este acucioso Licenciado
en Educación Física, del Politécnico Colombiano Jaime Isaza Cadavid, ha creído
en el sueño que se propuso, desde los 12 años, en la Escuela Urbana de varones
de Remedios, cuando hacia su primaria.
Evoca con mucho amor su
primer partido como central. Fue un día 16 de febrero de 2003, cuando le
anunciaron que pitaría su primer encuentro como profesional, en un partido
entre Millonarios y Caldas, en Bogotá. Un lacónico cero a cero sella en el
marcador final del partido. Wilmar, lo asumió con la misma humildad como
digiere sus alimentos, en especial las sopas de verduras que les prepara su
suegra Flor y su esposa Lorena, en el barrio Guayabal de Medellín.
Diez años después, Wilmar
Alexander consiguió su escarapela FIFA que le ha permitido pitar siete finales
del Fútbol Profesional Colombiano, varios partidos y una final de la Copa
Libertadores de América, dos Copas América, unos Juegos Olímpicos de la
Juventud, en Singapur, otros Juegos Olímpicos de mayores en Londres, y ahora lo espera un duro reto: pitar su
primer mundial.
“Estoy entre los árbitros
preseleccionados. Solo espero ratificar mi nominación asistiendo bien sea a la
Copa Confederaciones allá en Brasil ó al Mundial Juvenil en Turquía”, Concluye
el ex profesor de la Escuela Rafael Pombo, de La Estrella.
Es que desde hace rato viene
haciendo un arbitraje de gran altura y de mucho peso; no sólo por su 1.90 de
estatura, ni por sus 82 kilos, sino por sus buenas calificaciones a la hora de
acometer la dura tarea del manejo del pito y las tarjetas.
Los nuevos retos, los nuevos
objetivos, los nuevos sueños vienen para Wilmar Alexander Roldán Pérez. Están
llenos de amor y respeto por este duro y desagradecido oficio, pues, y en
palabras de Eduardo Galeano, “los perdedores pierden por él y los ganadores, a
pesar de él”.
RECUADRO
Cronología arbitral de
Roldán
24 de enero de 1980- Nace en Amalfi,
Antioquia, Wilmar Alexánder Roldan Pérez.
Abril de 1994- Pita su primer
partido como árbitro central al servicio de la Liga Antioqueña de Fútbol, en un
Torneo Intermunicipal de Mayores. El
Pato vs Zaragoza fueron los rivales.
Enero de 1997- Oficia como juez en
el Festival del Ponyfútbol.
16 de febrero de 2003- Pita su primer encuentro como profesional, en
un partido entre Millonarios y Caldas, en Bogotá.
17 de septiembre de 2007- Recibe la escarapela que lo acredita como
juez FIFA.
25 de marzo 2008- Primer partido como central en Copa
Libertadores entre Unión Maracaibo
(Venezuela) (1) contra Atlas (México)
(1).
2 de julio de 2008- Primera final del fútbol colombiano pitada por
Roldán. Partido: América de Cali (1) vs Chicó Fútbol Club (1).
22 de enero de 2009- Primer partido internacional de
selecciones en el Suramericano Sub 20 Venezuela: Partido Uruguay 3 Chile 2.
1 de abril de 2009- Hace su primera presentación cómo central en
las Eliminatorias al Mundial de Sudáfrica 2010, en el encuentro de las
selecciones de Ecuador (1) vs Paraguay 81).
4 de agosto de 2012- Debut
como Central en los Juegos Olímpicos de Londres, en el partido Gran Bretaña (1)
República de Corea (1)julio de 2012- Árbitro de la final de la Copa Libertadores de
América entre Boca y Corinthians
25 de octubre de 2012- Nace su primogénita
Mariana.
14 de enero de 2013. Designado el mejor árbitro de América y el
octavo del mundo, según la Federación Internacional de Historia y Estadística
del Fútbol.
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